¿Cómo se hacen FRUFIS?

100% fruta, crunchy y deliciosa.

5/27/20254 min read

yellow mango
yellow mango

¿Cómo se hace la fruta liofilizada que comen tus hijos?

Hoy en día, muchos papás y mamás buscan opciones de snacks más saludables para sus hijos. Queremos cosas prácticas, ricas y sobre todo, que no tengan azúcar añadida ni ingredientes raros que no podemos pronunciar. Si has probado FRUFIS u otra fruta liofilizada, seguro te has preguntado: ¿cómo logran que la fruta esté tan crujiente, rica y natural?

¡Aquí te lo contamos! Vamos a explicarte paso a paso, de manera muy sencilla, cómo se transforma una fruta fresca —como plátano, mango o piña— en ese snack ligero, crocante y nutritivo que puedes llevar en la mochila de tus hijos.

¿Qué es la liofilización?

La liofilización (también conocida como "freeze-drying" en inglés) es una forma especial de conservar alimentos. A diferencia de otros métodos que usan calor, fritura o químicos, este proceso congela la fruta y luego le quita el agua en forma de vapor, sin calentarla. De esta forma, la fruta mantiene su sabor natural, sus colores, su textura y, lo más importante, sus nutrientes.

Imagina que tomamos un mango jugoso, lo congelamos completamente, y luego, como por arte de magia, le quitamos todo el agua sin derretirlo ni cocinarlo. Eso es liofilizar.

¿Por qué es bueno este método para los niños?

Porque es una forma muy suave y respetuosa de tratar los alimentos. La liofilización:

No usa calor, así que no se destruyen las vitaminas sensibles como la C o la A.

No necesita conservadores, porque al quitar el agua no hay lugar para que bacterias o moho crezcan.

No cambia el sabor, ya que no hay cocción ni químicos.

Conserva la fruta real, sin aditivos ni colorantes.

Es como si tu hijo estuviera comiendo un pedacito de fruta fresca, solo que en forma crujiente.

Paso a paso: ¿cómo se hace la fruta liofilizada?

Aquí te contamos de forma sencilla cómo es el proceso completo, desde el campo hasta la bolsita:

1. Selección de la fruta

Todo comienza en el campo. Se elige fruta fresca, madura y de buena calidad. No usamos fruta verde ni pasada. Queremos que tenga su mejor sabor y dulzura natural.

Por ejemplo, si vamos a liofilizar piña, elegimos piñas que estén en su punto justo de madurez, bien dulces y jugosas.

2. Lavado y pelado

Una vez que la fruta llega a la planta de producción, se lava cuidadosamente con agua potable para eliminar tierra o impurezas. Después se pela y se corta en pedacitos.

Esto se hace con mucho cuidado, porque queremos que cada trocito sea perfecto para que los niños lo puedan comer con facilidad y sin riesgos.

3. Congelación rápida

Los pedacitos de fruta se colocan en bandejas especiales y se meten en un congelador muy potente que las deja completamente congeladas. Este paso es súper importante, porque queremos que la fruta mantenga su forma y sabor.

4. Liofilización

Aquí ocurre la parte “mágica”. Las bandejas congeladas entran a una máquina grande llamada liofilizador. Esta máquina baja la presión y poco a poco elimina el agua de la fruta en forma de vapor (esto se llama “sublimación”). La fruta pasa muchas horas ahí, a veces hasta 24, mientras pierde el 98% de su agua… ¡sin derretirse!

El resultado: fruta crujiente, ligera, con el mismo sabor y color de antes.

5. Empaque

Ya con la fruta liofilizada lista, se revisa a mano o con sensores para asegurarse de que todo esté en perfecto estado. Luego se empaca en bolsitas especiales que la mantienen seca y protegida del aire y la humedad.

Estas bolsitas son prácticas, ligeras y fáciles de abrir para que puedas llevarlas al parque, a la escuela, de paseo o en la lonchera.

¿Qué tiene adentro una bolsita de fruta liofilizada?

¡Nada más que fruta! Eso es lo más bonito de todo. No se le agrega:

  • Azúcar

  • Sal

  • Aceite

  • Conservadores

  • Colorantes

  • Ni ningún ingrediente artificial

Cuando lees la etiqueta, ves una sola palabra: plátano, mango, piña… según la variedad. Así de simple.

¿Y por qué se ve tan diferente a la fruta fresca?

Porque al quitarle el agua, la fruta cambia un poco de textura. Se vuelve ligera, crujiente y más pequeña. Pero cuando la muerdes, se siente el sabor dulce natural de la fruta original. Incluso puedes hidratarla si la mezclas con agua o yogurt, y volverá a parecerse a su forma original.

¿Es segura para niños pequeños?

Sí, siempre que estén en edad de comer sólidos y bajo supervisión, como cualquier snack. La fruta liofilizada:

  • No se pega a los dientes como las golosinas

  • No contiene azúcar añadida

  • No tiene trozos duros

  • No se derrite ni ensucia

  • No se echa a perder fácilmente

Es ideal para niños desde el año y medio o dos años (dependiendo del desarrollo de cada pequeño), y muchos pediatras la recomiendan como colación saludable.

¿Por qué elegir este tipo de snack?

Muchos papás están cansados de productos ultraprocesados. La fruta liofilizada es una solución natural y confiable, con beneficios reales:

  • Aporta fibra y vitaminas

  • Es fácil de transportar

  • Tiene larga vida útil sin refrigeración

  • Es divertida para los niños (¡cruje!)

  • Ayuda a formar buenos hábitos alimenticios

Además, es una manera práctica de ofrecer fruta todos los días, incluso cuando no tienes fruta fresca a la mano.

En resumen

La fruta liofilizada es una opción moderna, saludable y segura para alimentar a nuestros hijos con confianza. Se elabora con fruta real, congelada y deshidratada sin calor, para conservar lo mejor de su sabor y valor nutritivo.

Gracias a este proceso, puedes llevar en tu bolso una bolsita con mango, plátano o piña sin preocuparte por que se aplaste, se eche a perder o necesite refrigeración.

Así que la próxima vez que le des a tu pequeño una bolsita de FRUFIS, ya sabrás todo lo que hay detrás: fruta real, seleccionada con cariño, y un proceso pensado para cuidarlos desde el primer mordisco.

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¿Tienes más preguntas sobre cómo se hace la fruta liofilizada o cómo elegir snacks saludables para tus hijos? ¡Escríbenos! Nos encanta compartir y ayudarte a tomar decisiones informadas. 🌱 admin@frufis.com